Espacios Naturales

La Fageda d´en Jordá ( Hayedo de la Garrotxa )
La Fageda d´en Jordá es un bosque de hayas situado en la provincia de Girona, en la comarca de la Garrotxa, próximo a los montes Pirineos.
Se trata de un hayedo único en el mundo debido a que posee en conjunto tres características que no se dan en otros hayedos. En primer lugar es prácticamente el hayedo situado más al sur de Europa, segundo, se encuentra a una altitud bajísima, sobre los 550 metros, y muy próximo al mar, y por último, este bosque excepcional, se asienta sobre suelo volcánico.

Un hayedo necesita de una humedad constante y sólo puede estar tan al sur porque el suelo volcánico retiene esa humedad, lo que a su vez provoca una mayor caída de lluvias en un ciclo constante. En el interior del bosque hay un espesa vegetación donde todo es verde, fresco, y un tanto sombrío.

El haya comparte su espacio, en algunas zonas, con otras especies arbóreas como encinas, y la fauna autóctona incluye numerosas aves, reptiles, anfibios, pequeños mamíferos, e insectos, que sólo se dan allí.

El Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, cuenta con 26 reservas naturales protegidas por su interés geológico y botánico. Además el parque está constituido por más de cuarenta conos volcánicos del tipo estromboliano, varios cráteres de explosión y varias coladas de lava basáltica, que comenzaron su actividad volcánica hace más de 350 mil años hasta la última erupción en el volcán del Croscat, hace 11500 años, geológicamente hablando, hace nada.

Antes se desarrollaba la minería a cielo abierto, mediante la explotación del volcán del Croscat, con la extracción de sus gredas y lapillis, que son arenas volcánicas para distintos usos industriales. Pero esta actividad fue suspendida para la preservación de este entorno natural.

   
 
Helechos en ladera de greda y lapillis del Volcán Croscat. Al lado, extracción minera ya cesada.
Así en la actualidad, sólo están permitidos aquellos modos de vida y uso de los recursos del parque, que sean sostenibles, como la agricultura, ganadería, aprovechamiento forestal, y el turismo. Así por ejemplo, existe una factoría de productos lácteos que diversificó productos ecológicos, comercializando leche, yogures, natillas, flanes y quesos, ya que su actividad se desarrolla dentro del parque y necesariamente, debe ser por medios naturales que respetan el entorno. Ha tenido tal éxito que venden en toda la comunidad autónoma prácticamente todos sus productos, no pudiendo cubrir la actual demanda.
Hay poblaciones que merece la pena visitar dentro del parque o en sus inmediaciones, donde la construcción propia de sus viviendas con aquella roca negra, dan un color y aspectos únicos a estas localidades como sucede en Olot. Esta roca se ha usado para la construcción de sus fortalezas durante la Edad Media, como es el caso de Pla de Gadomar, o el terreno característico ha sido aprovechado como lugar defensivo como ocurre en Castellfolit de la Roca, una población asentada sobre un colada de lava basáltica que es en sí, una muralla natural.
 
La belleza del paisaje de este lugar singular, no deja indiferente al visitante, que sin remedio, prendado, como sus gentes, de su calma y sosiego, puede recorrer aquellos valles repletos de caminos y sendas a pie, en bicicleta o a caballo.

Su visita se aconseja en primavera y verano donde este espectacular bosque se viste de verde con sus hermosas hojas planas, y en otoño si se quiere ver todo anaranjado y lleno de hojas color ocre por el suelo, ... , un suelo dormido pero que despierta con pequeñas sacudidas en forma de temblores sísmicos cada cierto número de décadas, recordando a sus habitantes su origen volcánico, ... , habitantes que han poblado la región desde aquellas últimas erupciones, como indican rocas megalíticas en algunos puntos del valle, hasta nuestros días.